jueves, 15 de mayo de 2008

Veinticinco años de Blue Monday


Versionada, citada mediante “samplers” y plagiada hasta la saciedad, Blue Monday ha sido adaptada en las últimas décadas por distintos grupos que la han llevado a su propio terreno, haciéndola protagonista de variados estilos musicales. Pero sin duda, como si de un regalo de aniversario se tratase, en sus bodas de plata ha tenido uno de los mejores homenajes, gracias a la interpretación que la Nouvelle Vague ha hecho de este gran éxito de los ochenta.
Dejando al margen la adaptación más conocida protagonizada por el grupo Orgy, Nouvella Vague ha sabido recrear en su propio estilo este tema , cuya peculiaridad residía en la experimentación electrónica propia del synth-pop, atreviéndose a darle una original vuelta de tuerca más haciéndolo, mediante el estilo trabajado, su propia seña de identidad. Y es que esta formación francesa ya sorprendieron a medio mundo con su primer disco, en el que como ahora, versionaron clásicos del punk y el post-punk inglés en clave de bossa nova, “easy listening”, swing o jazz. Difíciles adaptaciones y arreglos, exquisitos y muy concretos, que sólo podrían estar hechos por músicos profesionales, como los que forman esta agrupación.
Bande a part, título de su tercer álbum, celebra esta consagración del éxito Blue Monday, canción que curiosamente carece de estribillo. En su nueva versión francesa la Nouvelle, como indica el propio nombre del grupo, incorpora grandes novedades al tema original. Así los sintetizadores y sonidos electrónicos son sustituídos por la presencia de una constante y protagonista percusión, efectuada por bongos, raspa y campanas de percusión, en sintonía con el ritmo de bossa nova aplicado a la línea general de la canción. El toque de cuerda correrá a cargo de una guitarra española y un contrabajo, instrumento muy utilizado en este género musical brasileño, que acompañarán a la melodía interpretada por las voces dulces y femeninas de la cantante principal y la corista, en contraste con el timbre rudo de Bernard Sumner. Como resultado, una gran versión que permite identificar y rememorar al mítico “hit” del grupo New Order, pero que a su vez presenta una aportación tan original y distintiva que se merece, por sí misma, el calificativo de gran canción.

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