domingo, 18 de mayo de 2008

Desde la autopromoción


Hace poco más de un año Russian Red era un proyecto prometedor de una joven madrileña, Lourdes Hernández, que hacía sus pinitos en algunos bares de la capital. Escasos meses después el festival Primavera Sound le daba una oportunidad de oro contando con ella para los conciertos acústicos, a modo de muestra, que se hacían en las casetas del complejo. A partir de ese momento, el proyecto comenzaba a hacerse realidad.
Ha sido relativamente rápido todo este proceso por el cual una anónima joven madrileña pasa de ser una completa desconocida a una artista de referencia del panorama indie español. A ello han contriubuído, sin duda, los circuitos madrileños de música independiente y el apoyo de emisoras alternativas como Radio 3, y con gran transcendencia también el fenómeno de internet, gracias a la llamada “publicidad gratuita”. La red de redes supone para los artistas nóveles una auténtica oportunidad para darse a conocer, y Russian Red la supo aprovechar gratamente gracías al canal youtube, donde los internautas pudieron acceder a vídeos de sus actuaciones en directo, y a su propio Myspace, que a día de hoy ha registrado casi 300.000 visitas y por el que sus fans pudieron escuchar los temas propios y versiones de la artista.
Los foros de música hablaban de esta gran promesa que comenzaba a despuntar y el “boca a boca” estaba en pleno funcionamiento cuando varias discográficas empezaron a interesarse por producir el primer disco, de la que algunos han calificado, la mejor voz Fol. Femenina del país. El pasado abril, bajo la discográfica Eureka Discos, veía la luz su álbum debut titulado “I love your sunglasses”, con una gran apertura gracias al single “ They don´t believe”. A partir de ese momento su discográfica , y el interés de público y críticos, hizo que su nombre comenzará a salir, y por tanto a promocionarse, en el diario El País, protagonizara artículos y fiestas de la revista musical Mondo Sonoro e incluso llegara a salir en la prestigiosa Rolling Stone. El fenómeno gráfico se repitió también en la televisión, siendo su música utilizada en varias ocasiones, y hasta en el cinematográfico, de hecho un tema inédito ya se ha incluído en la película El rey de la Montaña, de Gonzalo López Gallego, y la canción de Cigarretes será utilizada para el próximo proyecto del director Javier Fesser.
Y es que Russian Red ha sido un éxito gracias a la combinación perfecta de autopromoción, respaldo discográfico y sobre todo la gran voz de la cantante, y además compositora de los temas del nuevo disco.Si todo esto le ha pasado en tan sólo unos meses… ¿qué cabrá esperar de este grupo en unos años?

jueves, 15 de mayo de 2008

Veinticinco años de Blue Monday


Versionada, citada mediante “samplers” y plagiada hasta la saciedad, Blue Monday ha sido adaptada en las últimas décadas por distintos grupos que la han llevado a su propio terreno, haciéndola protagonista de variados estilos musicales. Pero sin duda, como si de un regalo de aniversario se tratase, en sus bodas de plata ha tenido uno de los mejores homenajes, gracias a la interpretación que la Nouvelle Vague ha hecho de este gran éxito de los ochenta.
Dejando al margen la adaptación más conocida protagonizada por el grupo Orgy, Nouvella Vague ha sabido recrear en su propio estilo este tema , cuya peculiaridad residía en la experimentación electrónica propia del synth-pop, atreviéndose a darle una original vuelta de tuerca más haciéndolo, mediante el estilo trabajado, su propia seña de identidad. Y es que esta formación francesa ya sorprendieron a medio mundo con su primer disco, en el que como ahora, versionaron clásicos del punk y el post-punk inglés en clave de bossa nova, “easy listening”, swing o jazz. Difíciles adaptaciones y arreglos, exquisitos y muy concretos, que sólo podrían estar hechos por músicos profesionales, como los que forman esta agrupación.
Bande a part, título de su tercer álbum, celebra esta consagración del éxito Blue Monday, canción que curiosamente carece de estribillo. En su nueva versión francesa la Nouvelle, como indica el propio nombre del grupo, incorpora grandes novedades al tema original. Así los sintetizadores y sonidos electrónicos son sustituídos por la presencia de una constante y protagonista percusión, efectuada por bongos, raspa y campanas de percusión, en sintonía con el ritmo de bossa nova aplicado a la línea general de la canción. El toque de cuerda correrá a cargo de una guitarra española y un contrabajo, instrumento muy utilizado en este género musical brasileño, que acompañarán a la melodía interpretada por las voces dulces y femeninas de la cantante principal y la corista, en contraste con el timbre rudo de Bernard Sumner. Como resultado, una gran versión que permite identificar y rememorar al mítico “hit” del grupo New Order, pero que a su vez presenta una aportación tan original y distintiva que se merece, por sí misma, el calificativo de gran canción.

domingo, 11 de mayo de 2008

Polifacéticamente hablando


Saber hacer algo bien ya es un mérito. Saber hacer dos cosas bien, y a la vez, un logro , (al que muchos aspiran quedándose en el intento). Últimamente no paro de oír la cantidad de gente polifacética que hay, o que cree serlo, que compagina la profesión por la que es conocida con otra de naturaleza distinta pero de igual trascendencia mediática. Actores y actrices que se convierten en cantantes, cantantes que se convierten en modelos, modelos que intentan demostrar que son algo más que un cuerpo y estudian interpretación, y así el ciclo continúa su propia evolución , o involución según los casos.
La última en incorporase a la lista de pluriempleados es Scarlett Johansson. Aprovechando su buen momento profesional, y su fama internacional, la actriz publica este mes “Anywhere I lay my head”, su primer álbum como cantante solista. El disco está compuesto por diez versiones de temas de Tom Waits, quien ha dado personalmente el visto bueno, y una canción escrita por la propia Scarlett con su productor David Sitek.
Al parecer los críticos están siendo muy benévolos con los comentarios acerca de este debut, del que ya podemos escuchar su primer sencillo “Falling down”. Y es que claro, contando con temas de Waits y con la colaboración del gran David Bowie (que canta en dos canciones), es difícil que la voz ronca característica de Johansson, la cual se ha comparado con cantantes como Debbie Harry o Liz Fraser, haga que el resultado final no sea bueno.
Pronto se verá si los alagos recibidos se convierten en ejemplares vendidos y el público respalda su debut musical como lo ha hecho con sus películas. De momento lo que está claro es que la actriz, directora y cantante tiene muchas facetas que mostrar. ¿Qué será lo próximo con lo que nos sorprenderá?

domingo, 27 de abril de 2008

¿Quién ayuda a quién?


No es nada nuevo que a la creación de un grupo le acompañe un lanzamiento publicitario que le dé a conocer, pero tampoco lo es que al nacimiento de un nuevoproducto en el mercado, anunciado por televisión, le acompañe una melodía que facilite su identificación. Esta retroalimentación entre publicidad y música es actual y efectiva, una ayuda mutua que bien estudiada puede dar una perfecta combinación.



"El 90% de los anuncios de televisión tienen algún tipo de música. Ese simple dato muestra lo imprescindible que es para la publicidad contar con un acompañamiento musical", dice en su último libro sobre Fernando Montañés. No se trata sólo de los llamados jingles, esa música pegadiza , creada específicamente para el producto, que suele describir sus cualidades y nombrar la marca repetidamente para lograr su identificación con la melodía, la cual el consumidor acaba tarareando posteriormente casi de manera inconsciente. También se habla de la utilización de canciones ya existentes, de música accidental , logos musicales, o del doble éxito de lanzar a la vez un producto y una nueva canción o formación musical, estrategia que siguió durante años la marca Pepsi dando a conocer su bebida a través de la campaña “Generation Next” donde se descubrieron a grupos noveles como Deviot.
Según Arturo López, director creativo de Young & Rubicam, y responsable de varias de las campañas de Telefónica, uno de los anuncios que más éxito tuvo y que relanzó la importancia de esta unión entre música y publicidad fue “Viaje”, para Movistar, con la canción “Ain’t no mountain high enough”. Asegura también que el éxito se debió en parte a la investigación musical de su equipo y su intuición por apostar por músicas que sean reconocibles para su público. Lo cierto es que vista la evolución posterior de los anuncios de Movistar la estrategia sigue siendo de lo más fructífera, hasta el punto de que podrían paradójicamente hacer un CD con las músicas utilizadas en sus anuncios y sería un número uno en ventas.
Los expertos se plantean ya una dependencia entre ambos elementos, cada vez más estrecha. En un principio dicen que costaba convencer a los artistas para usar su música para una promoción publicitaria, mientras que ahora son en muchos casos ellos mismos quienes lo desean. Seguramente en un futuro muy próximo ( si es que ya no lo hace) no se pueda entender un anuncio sin música, ni una banda sin un mínimo de promoción, y entonces sólo “habrá que esperar que llegue el equilibrio” (J. Montañés) donde uno no destaque por encima del otro y se entienda como un todo indivisible, pues la música también sirve para venderse y vender lo que ella no es.

domingo, 20 de abril de 2008

Telerrealidad musical


La telerrealidad ha llegado también al mundo de la música. Programas como Operación Triunfo, Factor X o Tienes Talento son alguno de los ejemplos que podemos ver hoy en nuestra televisión. Directivos de Cuatro definen el intrigante factor "X" como "la capacidad de transmitir emoción y el resorte para conmover a la audiencia" a la vez que hablan , según ellos, de la personalidad propia de su concurso y de las posibilidades de estos nuevos formatos como una forma idónea de acercar la música a los jóvenes y al público generalista. Pero en realidad… ¿ ese es su verdadero fin?
Si hablamos de números podemos decir que los “realities” musicales están triunfando en nuestro país, y que ello conlleva que el espectador medio escuche más música. Sin embargo, habría que pararse a pensar si el hecho de ser bombardeado televisivamente por el mismo tipo de música, que casualmente luego funciona como los grandes “hits” del momento en bares y discotecas, es bueno y educa el oído de quien la escucha, como defienden algunos creadores de estos formatos. En principio, parece más de lo mismo. Un nuevo mecanismo publicitario para potenciar a un artista concreto, que ya tendrá mediante el programa un público asegurado, sin correr grandes riesgos, ya que su rentabilidad comercial puede estimarse gracias al apoyo obtenido por parte del público en el tiempo de duración del concurso y por su posterior capacidad de adaptación comercial.
Algunos de estos programas han intentado vender una imagen de “mesías” musical. Tal y como mencionaba entre sus principios el citado Factor X buscaba la singularidad del artista y de su música, lo que podría entenderse como una oportunidad para todos aquellos géneros musicales a los que nunca, o casi nunca, se les ha brindado la ventaja de llegar al gran público a través de un medio tan potente como es la televisión. La idea sonaba bien, desde luego, pero resultó ser pura fantasía, o directamente una mentira. La organización se traicionó a sí misma con los temas seleccionados que hicieron cantar a sus participantes, haciéndolos parecerse cada vez más a unos nuevos triunfitos , que competían directamente en la calle con los mismísimos concursantes de O.T. (Programa del que ya se saben todos sus males). Y por si quedara alguna duda, una vez finalizado el concurso, no hay más que escuchar los discos de las ganadoras: María y Angy. La primera intenta salvarse del apelativo de “comercial” introduciendo el violoncello en la mayoría de sus canciones y exhibiéndolo constantemente en sus viodeclips. Sin embargo, lo que en sus inicios pretendía acercarse a la música de grandes artistas como Marisa, acabó convirtiéndose en un nuevo producto musical manufacturado con pequeños ecos del género que intentaba defender. En cuanto al disco de Angy, cantante y ahora también actriz, lo suyo fue un estudiado lanzamiento comercial aprovechanso su “look” diferente, en contraste con la música simple y anodina de su primer álbum.
Afortunadamente, no todos los gatos son pardos, y algunos, fuera de que finalmente lo hayan conseguido o no, han intentado ser un vínculo real entre el arte desconocido y el espectador medio. Me refiero a Tienes Talento, programa que hace unos días decidió quién era, supuestamente, la persona con más talento de su primera edición. A la final llegaron, como es costumbre en esta clase de concursos, participantes que habían sido votados por los televidentes, tras una previa selección del jurado del programa. En la gala se pudieron ver, en general ,buenas actuaciones, aunque fueron concretamente dos las que, a mi parecer, cumplieron la labor social mencionada con la música. Guillermo Pastrana, que demostró ser uno de los mejores violoncellistas de España del momento, consiguió que su cello resonara con fuerza en una televisión nacional y llegara a los oídos de de un amplio público que se rindió ante los encantos de su interpretación a través de uno de los instrumentos de cuerda más envolventes. Pero sin duda, la actuación más sorprendente, y la que seguramente agradecerán gran parte del os músicos de nuestro país, fue la de Pedro Saxo. Este joven, al que se le puede llamar virtuoso del saxofón, mostró sus cualidades como músico y también como compositor, ofreciendo una pieza contemporánea donde se entremezclaban los sonidos habituales de su instrumento con otros creados a partir de él y en la que se podían escuchar, al tiempo, hasta tres voces distintas. Una obra maestra, y nunca mejor dicho, que no resultó ganadora del concurso, como era de esperar cuando decide el gran público, pero que dio una lección de lo que es un gran artista, adelantado incluso a su tiempo, y de lo que un verdadero músico puede ofrecer a su público a través de una magistral interpretación de una imaginativa composición propia.
Seguramente nos queda mucho más por ver en esto de la llamada telerrealidad musical. Sólo queda esperar que si los programas no pretenden educar, al menos el público que los vea sea capaz de distinguir aquello que le están vendiendo de la verdadera buena música.

domingo, 13 de abril de 2008

Pequeños estrellados


De pequeño el abanico de profesiones que se desea es tan limitado como la edad de uno mismo. Futbolista, astronauta, cantante o actor/actriz son las carreras más queridas entre los niños y niñas que esperan ansiosos, por otra parte, el reconocimiento social que dicha labor da, es decir: la fama (Según el Informe realizado por Adecco) .
Sin embargo, a la pregunta qué quieres ser de mayor algunos de ellos no han podido responder libremente, ya que ya estaban trabajando profesionalmente antes incluso de saber cortar con chuchillo y tenedor. Son los llamados “niños prodigio”, idílicamente futuras promesas de la canción o de cualquiera de las artes de las que hacen gala. Niños que trabajan horas y horas mientras pierden, sin darse cuenta, la infancia, una de las etapas más bellas de la vida.
Pero ¿quién crea entonces este nuevo pequeño ídolo? Está claro que el interés comercial en grupos infantiles como Parchís o Bom Bom Chip ha quedado patente. Las discográficas, apoyadas por unos padres que ya se han pasado a la segunda parte del refrán “vive de tus padres hasta que puedas vivir de tus hijos”, saben que el público infantil es más fácil de complacer y sobre todo más vulnerable a la inmensa publicidad que ejercen sobre ellos. La ecuación es clara: éxito seguro, o dineral asegurado.
Las promesas del ayer no son nada en el presente. Todo fue una estrategia, un marketing comercial bien estudiado, de duración determinada, como también lo tenía su contrato. Ahora nuevos “niños estrellados” como Maria Isabel, o la ya no tan niña Melodie, viven las consecuencias de un éxito prematuro en sus carnes, y 5 años después aún sigue siendo la niña del gorila o la niña de 9 años que ganó eurojunior, en vez de tener un reconocimiento como artistas ( si es que valen para ello) o como personas, dejándolas que sigan su vida, esta vez sí, de la forma más normal posible.
Si ahora les preguntaran a la mayoría de ellos ¿qué quieres ser de mayor?, muchos responderían que “lo que no quiero ser de pequeño”:

viernes, 4 de abril de 2008

You lied! You lied!

Corría el año 1999 cuando acudía, aún no entiendo muy bien por qué, a un concierto que calificaban de rock guitarrero y desenfadado. Recuerdo que eran cuatro chicos en el escenario, con una imagen ruda y reivindicativa, que agitaban con desenfreno su cabeza al ritmo de la música. Dicen que los recuerdos que uno tiene de pequeño suelen estar distorsionados , y realmente dentro de toda esta parafernalia doveriana sería lo más lógico, pero en verdad esa era la imagen real del grupo Dover hace una década, aunque visto lo visto hoy en día nadie pueda creer que se trate del mismo grupo.
No hace muchos años, en el 2003, la formación afirmaba en el chat de elmundo.es que nunca experimentaría con la electrónica. “Seguro que no vamos a caer en la tentación, pues no nos gusta especialmente”, afirmaba Cristina Llanos, una de las componentes de Dover. Sin embargo, parece que con el tiempo todo cambia: los ideales, los gustos, la estética e incluso la personalidad de sus miembros, ya que ahora hasta se enorgullecen de leer revistas del corazón, pues según dicen “siempre les han encantado y hasta ahora las escondían por miedo a lo que se pensara de ellos”.
La evolución es algo que todas las personas y formaciones musicales viven inevitablemente. Pero si a ello le acompaña una suma de dinero cuantiosa, conseguida gracias a un posicionamiento hacia lo que más vende en el mercado actual, muchos suelen tomar desvíos de la dirección profesional que uno defendía seguir. Y es normal. No debemos olvidar que la música es un negocio, y el grupo su empresa. Ahora que…llamemos a las cosas por su nombre y entonces no engañaremos a nadie, ni siquiera a uno mismo.
Si “'Follow the city lights', sexto álbum de la formación, es , como afirma su líder, uno de los discos más Dover que han hecho, ¿cuál es entonces el Dover real? O bien puede ser el que llevaba más de diez años trabajando un estilo musical que lo definía y distinguía entre las demás formaciones, o bien este nuevo Dover que toma medidas desesperadas debido a las bajas ventas de sus últimos discos y que casualmente vuelve a llegar a los más altos puestos de las listas de ventas con un cambio espectacular que, según ellos, no sabían si iba a triunfar.
Y sí, Dover será siempre Dover, pero tan sólo por que seguirá utilizando este nombre. Así que ya puestos se me ocurre un tema que podrían cantar en su próxima gira, pasándolo por el filtro electrónico, como han hecho con sus “hits” anteriores, haciendo un homenaje al grupo español Presuntos Implicados, con la canción “Cómo hemos cambiado”.


(La pregunta: ¿Por qué crees que ha cambiado Dover? )






(link: vídeo de un fan muy dolido: http://www.youtube.com/watch?v=iVALcOINMBQ)